Es
el año 2016. Hace unos cuantos años (creo que por lo menos tres)
que no escribía un “ensayo”, o más bien un artículo. Eso sí,
no he dejado de escribir nunca...retomo éste tipo de escritura
quizás por la vocación de Gabriel Celaya en su poesía urgente.
No soy Sánchez Dragó, prometo no abrumar a citas aunque aportaré
una de Ortega y Gasset que en cierto modo vertebrará todo éste
texto: “el hombre ha perdido su sombra”. Esta sentencia fue muy
apropiada para describir el principal problema de eso que se llama el
hombre moderno. La frase hace referencia a que, según Ortega y
Gasset el hombre contemporáneo es vulgar, ignorante y corruptor por
ser un hombre-masa, esto es, hasta el más ilustre de sus élites es
vulgar en todos los campos y expresiones salvando sólo la pequeña
parcela en la que es especialista. De esto se asume que el hombre es
un siervo del utilitarismo, de la técnica y los rendimientos y por
ello sólo obra en vistas de adquirir un buen nivel de vida, nada
más, su parte espiritual, existencial o humana quedan subyugadas a
garantizar las condiciones materiales óptimas para su bienestar. Ni
más ni menos que en pos de los aspectos puramente convencionales ha
dejado de lado su humanismo, su historia, su herencia (cultural). Por
esto, el hombre no se encuentra a sí mismo y se veía sumido en una
vorágine relativista y de nuevo...vulgar. Esto es probablemente más
acertado todavía hoy en día, efectivamente, el pobre ingenuo de
Ortega se refería a la sociedad del primer tercio del siglo XX, si
viene al presente le da un ictus. Para empezar, es menester
pronunciar por mi parte las dos palabras mágicas que tanto cuesta
pronunciar para aquellos que se consideran de izquierdas:
“SOY
COMUNISTA”. ESTO es un principio.
El
hombre que describe Ortega y Gasset no es el hombre moderno o el
hombre contemporáneo, es el increíble
hombre–anémico–estadounidense-capitalista, cuyo potencial es
sólo comparable al del campeón de alterofilia Carlos II de España.
Los estadounidenses tienen una historia muy corta además de infame y
usurpadora de menos de trescientos años, por lo tanto debían de
establecer como toda nación en sus inicios su mito fundacional al
margen de todo lo exógeno; se basaron pues en su credo liberal y se
distinguieron de la Europa que les vio nacer dejando al margen su
trayectoria. El estadounidense hoy en día de Europa sólo sabe que
la capital es París. La historia europea en cualquier caso es
contemplada por ellos como acontecimientos anecdóticos y remotos de
ese otro planeta que parece hoy en día el pasado...es posible que su
visión cronológica del mundo esté atravesada por el criterio
“cuando ocurrió esto ni siquiera existía Estados Unidos” antes
que por el “antes o después del de las barbas”, que por cierto,
no fue el primer comunista ni hostias, ¿qué coño estáis diciendo?
¿Mahoma fue el segundo acaso?.
Con
este patético sustrato, vino al mundo ése país cuya política
exterior empieza en la frontera con México (escenario ilustrativo
donde los haya), pues en efecto, lo que ocurre en ese espacio de
tierra entre dos naciones nos habla muy bien de cuál es la manera de
relacionarse desde el metro 0 de esos bastardos ignorantes con el
resto de países y pueblos... los paladines de la libertad
como dice Fidel Castro. ¿Qué ocurre cuando este modelo humano
vaciado de humanismo se exporta a Europa tras la Segunda Guerra
Mundial? Que Jpelirrojo saca nuevo libro este año. No, en serio, que
vemos como Europa sigue el camino de éste retrasado mental con
pistola pasando por encima de todo lo que de bueno y complejo tenía.
Solo la Edad Media Europa era fruto de una complejidad asombrosa en
cuanto a territorios, soberanías y relaciones entre sus núcleos.
Por mucho que “El caballero negro”, protagonizada por Martin
Lawrence y dirigida por Gil Juger nos parezca una excelente película
para estudiar el periodo, la verdad es que era una realidad más
rica, viva y por supuesto tolerante de lo que es hoy este verdadero
periplo de oscurantismo en que nos hallamos sumidos desde la caída
de la Unión Soviética, porque eso que llamáis la socialdemocracia
es el resultado de una agenda antisoviética, ¡oh casualidad! cae la
URSS y ¡a trabajar todo el mundo!. Cualquier renacentista podría
decir en referencia a Gorbachov “os lo dije, las marcas de sangre
en el nacimiento son augurios de trágicos destinos en la vida de un
niño”. Putin tiene razón al decir que la caída de la Unión
Soviética es el acontecimiento más trágico de todos los tiempos, y
el último hecho histórico hasta el momento, por cierto.
Para
empezar, es infame que Estados Unidos interviniera en la Primera y
Segunda Guerra Mundial en suelo europeo, lo cierto es que no pintaban
nada aquí matando a miles de kilómetros de su patria para luego
contarnos encima que fueron ellos junto con Gran Bretaña y esa
traidora puta de bukkakes que era Francia quienes derrotaron a Hitler
cuando fue la Unión Soviética quien lo hizo, señores. No
escatimaron a la hora de destruir estos gringos sabiendo que luego
nos echarían un cable con el Plan Marshall. Una de las condiciones
de paz de cualquier tratado de armisticio firmado con Estados Unidos
se reserva la clausula de que el perdedor adoptará la democracia
como forma de gobierno, un eufemismo de “abrirá las condiciones
para un control favorable a Estados Unidos respecto a sus políticas”.
Es decir, el modelo americano.
Franco
en nuestro caso hizo de tapón del comunismo (y del anarquismo) en
España ante un hipotético escenario en el que esa eterna perdedora
que siempre está en la mesa de los vencedores que es Francia y el
resto de Europa se vieran rodeadas en una pinza. Luego, cuando
después de vivir dentro de un cadáver cuarenta años, por fin a
costa de hartarse los españoles (con el beneplácito de EEUU) de
comer carroña podrida dejaron el esqueleto y empezó a traspasar la
luz, se garantizó una transición democrática que deriva en lo que
tenemos hoy, otra sociedad más entre las traumatizadas, todas a
cargo de los paladines de la libertad. Producto de éste
banquete intoxicado de bacterias y podredumbre es toda la jerarquía
de miseria humana que nos gobierna en todos los aspectos del orden.
Lo cierto es que ahora mismo España es el resultado de una
devastación gigantesca de sus propias herramientas para entender y
pensar las cosas sumada a la estupidez congénita de
hombre-anémico-estadounidense-capitalista.
Desde
Bertín Osborne en la portada del Pronto diciendo que está harto de
sus problemas laborales (valiente hijo de la grandísima puta) hasta
Javier Marías en la Real Academia (dos veces hijo de la grandísima
puta por citar a Shakespeare y Robert Louis Stevenson en el discurso
de ingreso a tan principal institución para la lengua castellana)
sin olvidar a un presidente con dislexia y la mirada inconfundible de
un pordiosero mental, aunque póngase aquí el nombre que se quiera
entre los candidatos. Es de una pobreza tal todo el panorama, no sólo
el de las instituciones si no el de la gente misma, que es
terrorífico pensar en qué clase de sistema vivimos. Es Orwelliano,
como diría Eduardo Inda. Ahora mismo vivo en Alcalá de Henares. Un
joven de 15 años, por ejemplo, debiera identificar en el patrimonio
que le rodea un cierto espíritu del pasado que le transmitiera que
hubo gente que como él o ella nació en ese mismo sitio e hizo cosas
grandes, o simplemente, vivió de otra manera. Sin embargo, la pésima
gestión de los espacios históricos en manos del utilitarismo en
lugar del humanismo hace que haya un Mc Donalds en Plaza Cervantes o
un Multiópticas, un chino y demás mierdas en la Calle Mayor. Esto
es un delito contra el humano, es un crimen. Aunque todo se derrumbe
alrededor, el centro histórico de una ciudad o asentamiento debiera
reservarse a la humanidad, al humanismo, no a los negocios que ya de
sobra tienen espacio por todos los rincones. Aunque sólo sea por
darles la ilusión a los contemporáneos de que ellos tienen una
labor prometeica respecto al pasado. Pero supongo que esto es parte
de lo mismo... Por eso, ésta es una época de oscurantismo, porque
no hay luz que nos preceda ni hay luz que nos encamine, porque veo a
obreros defender el liberalismo de una forma tan soez y vulgar que
efectivamente, pienso que el hombre ha perdido su sombra. Quien
piense que estamos aquí para emprender, generar riqueza y
gilipolleces de estas varias es que no ha visto una estrella en su
puta vida y va en contra del ser humano, como el capitalismo mismo,
punto.
Que
vivamos en un sistema tan manifiestamente fascista es aterrador,
ahora mismo veo obreros vivir como burgueses venidos a menos por
todos los sitios diciendo que la propiedad (a saber qué entienden
por propiedad) es un derecho fundamental ¡cuando una hipoteca es un
dispositivo para excluirles de la lógica de la acumulación de
patrimonio! Y te vienen con los millones de muertos de hambre de
Stalin para rebatir el socialismo cuando a ver quién es el guapo que
se suma los muertos por hambre, guerra y pobreza en todas sus formas
del capitalismo. Este es el problema de la falsa izquierda y de la
población en general, que han perdido los conceptos, hablamos de
libertad en términos capitalistas, de igualdad en términos
capitalistas, de propiedad en términos capitalistas. Ya expuse que
el capitalismo no es ni más ni menos que un camaleón, se apropia de
todo, pero ¿es que no hay nadie que tenga cojones con todos los
medios a su alcance de buscar la verdad?, ¿De desenterrarla y
quitarle de encima toda la lacra capitalista que por supuesto,
también se la ha apropiado como concepto? Es increíble lo que hemos
perdido en nombre de la libertad, que básicamente consiste para
vosotros pobres desgraciados en cuestiones como poder ir a los toros
y circular a la velocidad que os de la gana en las autopistas. Los
jóvenes no pueden trabajar, o no tienen medios para salir adelante
con esos trabajos a pesar de su cualificación mientras que a Bertín
le sobra dinero y trabajo, los escritores no pueden dedicarse a
escribir y son relegados de sus legítimos puestos por estos
juntafolletines que hasta reciben premios de prestigio o por el
típico youtuber que saca libro y vende miles de ejemplares,
pudiéndose dedicar solamente ¡a escribir! a partir de entonces,
Iñaki Gabilondo, Sabina y Pérez-Reverte salen debatiendo sobre el
futuro, tres personas con la vida resuelta hablando del futuro, y
como ellos tantos otros expertos que no se juegan nada e invitan a
una paz burguesa. Los jóvenes son los que deben hablar. Se nos niega
vivir de nuestro talento, se nos niega vivir con dignidad, se nos
niega la humanidad y toda esta panda de “ganapanes” como decía
O´brien y “atusapelos” que es esta juventud come democracia que
da gusto mientras. Este artículo sirva a modo de introducción, en
los posteriores trataré temas más específicos.
Hay
resistencia, hay cordura, hay razón, hay espíritu, hay humanos.
“Desta
orden soy yo, hermanos cabreros.” - Alonso
Quijano.
La vida es posible.
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