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La Vida es posible

domingo, 3 de abril de 2016

Es el año 2016. Hace unos cuantos años (creo que por lo menos tres) que no escribía un “ensayo”, o más bien un artículo. Eso sí, no he dejado de escribir nunca...retomo éste tipo de escritura quizás por la vocación de Gabriel Celaya en su poesía urgente. No soy Sánchez Dragó, prometo no abrumar a citas aunque aportaré una de Ortega y Gasset que en cierto modo vertebrará todo éste texto: “el hombre ha perdido su sombra”. Esta sentencia fue muy apropiada para describir el principal problema de eso que se llama el hombre moderno. La frase hace referencia a que, según Ortega y Gasset el hombre contemporáneo es vulgar, ignorante y corruptor por ser un hombre-masa, esto es, hasta el más ilustre de sus élites es vulgar en todos los campos y expresiones salvando sólo la pequeña parcela en la que es especialista. De esto se asume que el hombre es un siervo del utilitarismo, de la técnica y los rendimientos y por ello sólo obra en vistas de adquirir un buen nivel de vida, nada más, su parte espiritual, existencial o humana quedan subyugadas a garantizar las condiciones materiales óptimas para su bienestar. Ni más ni menos que en pos de los aspectos puramente convencionales ha dejado de lado su humanismo, su historia, su herencia (cultural). Por esto, el hombre no se encuentra a sí mismo y se veía sumido en una vorágine relativista y de nuevo...vulgar. Esto es probablemente más acertado todavía hoy en día, efectivamente, el pobre ingenuo de Ortega se refería a la sociedad del primer tercio del siglo XX, si viene al presente le da un ictus. Para empezar, es menester pronunciar por mi parte las dos palabras mágicas que tanto cuesta pronunciar para aquellos que se consideran de izquierdas:

“SOY COMUNISTA”. ESTO es un principio.

El hombre que describe Ortega y Gasset no es el hombre moderno o el hombre contemporáneo, es el increíble hombre–anémico–estadounidense-capitalista, cuyo potencial es sólo comparable al del campeón de alterofilia Carlos II de España. Los estadounidenses tienen una historia muy corta además de infame y usurpadora de menos de trescientos años, por lo tanto debían de establecer como toda nación en sus inicios su mito fundacional al margen de todo lo exógeno; se basaron pues en su credo liberal y se distinguieron de la Europa que les vio nacer dejando al margen su trayectoria. El estadounidense hoy en día de Europa sólo sabe que la capital es París. La historia europea en cualquier caso es contemplada por ellos como acontecimientos anecdóticos y remotos de ese otro planeta que parece hoy en día el pasado...es posible que su visión cronológica del mundo esté atravesada por el criterio “cuando ocurrió esto ni siquiera existía Estados Unidos” antes que por el “antes o después del de las barbas”, que por cierto, no fue el primer comunista ni hostias, ¿qué coño estáis diciendo? ¿Mahoma fue el segundo acaso?.

Con este patético sustrato, vino al mundo ése país cuya política exterior empieza en la frontera con México (escenario ilustrativo donde los haya), pues en efecto, lo que ocurre en ese espacio de tierra entre dos naciones nos habla muy bien de cuál es la manera de relacionarse desde el metro 0 de esos bastardos ignorantes con el resto de países y pueblos... los paladines de la libertad como dice Fidel Castro. ¿Qué ocurre cuando este modelo humano vaciado de humanismo se exporta a Europa tras la Segunda Guerra Mundial? Que Jpelirrojo saca nuevo libro este año. No, en serio, que vemos como Europa sigue el camino de éste retrasado mental con pistola pasando por encima de todo lo que de bueno y complejo tenía. Solo la Edad Media Europa era fruto de una complejidad asombrosa en cuanto a territorios, soberanías y relaciones entre sus núcleos. Por mucho que “El caballero negro”, protagonizada por Martin Lawrence y dirigida por Gil Juger nos parezca una excelente película para estudiar el periodo, la verdad es que era una realidad más rica, viva y por supuesto tolerante de lo que es hoy este verdadero periplo de oscurantismo en que nos hallamos sumidos desde la caída de la Unión Soviética, porque eso que llamáis la socialdemocracia es el resultado de una agenda antisoviética, ¡oh casualidad! cae la URSS y ¡a trabajar todo el mundo!. Cualquier renacentista podría decir en referencia a Gorbachov “os lo dije, las marcas de sangre en el nacimiento son augurios de trágicos destinos en la vida de un niño”. Putin tiene razón al decir que la caída de la Unión Soviética es el acontecimiento más trágico de todos los tiempos, y el último hecho histórico hasta el momento, por cierto.
Para empezar, es infame que Estados Unidos interviniera en la Primera y Segunda Guerra Mundial en suelo europeo, lo cierto es que no pintaban nada aquí matando a miles de kilómetros de su patria para luego contarnos encima que fueron ellos junto con Gran Bretaña y esa traidora puta de bukkakes que era Francia quienes derrotaron a Hitler cuando fue la Unión Soviética quien lo hizo, señores. No escatimaron a la hora de destruir estos gringos sabiendo que luego nos echarían un cable con el Plan Marshall. Una de las condiciones de paz de cualquier tratado de armisticio firmado con Estados Unidos se reserva la clausula de que el perdedor adoptará la democracia como forma de gobierno, un eufemismo de “abrirá las condiciones para un control favorable a Estados Unidos respecto a sus políticas”. Es decir, el modelo americano.
Franco en nuestro caso hizo de tapón del comunismo (y del anarquismo) en España ante un hipotético escenario en el que esa eterna perdedora que siempre está en la mesa de los vencedores que es Francia y el resto de Europa se vieran rodeadas en una pinza. Luego, cuando después de vivir dentro de un cadáver cuarenta años, por fin a costa de hartarse los españoles (con el beneplácito de EEUU) de comer carroña podrida dejaron el esqueleto y empezó a traspasar la luz, se garantizó una transición democrática que deriva en lo que tenemos hoy, otra sociedad más entre las traumatizadas, todas a cargo de los paladines de la libertad. Producto de éste banquete intoxicado de bacterias y podredumbre es toda la jerarquía de miseria humana que nos gobierna en todos los aspectos del orden. Lo cierto es que ahora mismo España es el resultado de una devastación gigantesca de sus propias herramientas para entender y pensar las cosas sumada a la estupidez congénita de hombre-anémico-estadounidense-capitalista.
Desde Bertín Osborne en la portada del Pronto diciendo que está harto de sus problemas laborales (valiente hijo de la grandísima puta) hasta Javier Marías en la Real Academia (dos veces hijo de la grandísima puta por citar a Shakespeare y Robert Louis Stevenson en el discurso de ingreso a tan principal institución para la lengua castellana) sin olvidar a un presidente con dislexia y la mirada inconfundible de un pordiosero mental, aunque póngase aquí el nombre que se quiera entre los candidatos. Es de una pobreza tal todo el panorama, no sólo el de las instituciones si no el de la gente misma, que es terrorífico pensar en qué clase de sistema vivimos. Es Orwelliano, como diría Eduardo Inda. Ahora mismo vivo en Alcalá de Henares. Un joven de 15 años, por ejemplo, debiera identificar en el patrimonio que le rodea un cierto espíritu del pasado que le transmitiera que hubo gente que como él o ella nació en ese mismo sitio e hizo cosas grandes, o simplemente, vivió de otra manera. Sin embargo, la pésima gestión de los espacios históricos en manos del utilitarismo en lugar del humanismo hace que haya un Mc Donalds en Plaza Cervantes o un Multiópticas, un chino y demás mierdas en la Calle Mayor. Esto es un delito contra el humano, es un crimen. Aunque todo se derrumbe alrededor, el centro histórico de una ciudad o asentamiento debiera reservarse a la humanidad, al humanismo, no a los negocios que ya de sobra tienen espacio por todos los rincones. Aunque sólo sea por darles la ilusión a los contemporáneos de que ellos tienen una labor prometeica respecto al pasado. Pero supongo que esto es parte de lo mismo... Por eso, ésta es una época de oscurantismo, porque no hay luz que nos preceda ni hay luz que nos encamine, porque veo a obreros defender el liberalismo de una forma tan soez y vulgar que efectivamente, pienso que el hombre ha perdido su sombra. Quien piense que estamos aquí para emprender, generar riqueza y gilipolleces de estas varias es que no ha visto una estrella en su puta vida y va en contra del ser humano, como el capitalismo mismo, punto.

Que vivamos en un sistema tan manifiestamente fascista es aterrador, ahora mismo veo obreros vivir como burgueses venidos a menos por todos los sitios diciendo que la propiedad (a saber qué entienden por propiedad) es un derecho fundamental ¡cuando una hipoteca es un dispositivo para excluirles de la lógica de la acumulación de patrimonio! Y te vienen con los millones de muertos de hambre de Stalin para rebatir el socialismo cuando a ver quién es el guapo que se suma los muertos por hambre, guerra y pobreza en todas sus formas del capitalismo. Este es el problema de la falsa izquierda y de la población en general, que han perdido los conceptos, hablamos de libertad en términos capitalistas, de igualdad en términos capitalistas, de propiedad en términos capitalistas. Ya expuse que el capitalismo no es ni más ni menos que un camaleón, se apropia de todo, pero ¿es que no hay nadie que tenga cojones con todos los medios a su alcance de buscar la verdad?, ¿De desenterrarla y quitarle de encima toda la lacra capitalista que por supuesto, también se la ha apropiado como concepto? Es increíble lo que hemos perdido en nombre de la libertad, que básicamente consiste para vosotros pobres desgraciados en cuestiones como poder ir a los toros y circular a la velocidad que os de la gana en las autopistas. Los jóvenes no pueden trabajar, o no tienen medios para salir adelante con esos trabajos a pesar de su cualificación mientras que a Bertín le sobra dinero y trabajo, los escritores no pueden dedicarse a escribir y son relegados de sus legítimos puestos por estos juntafolletines que hasta reciben premios de prestigio o por el típico youtuber que saca libro y vende miles de ejemplares, pudiéndose dedicar solamente ¡a escribir! a partir de entonces, Iñaki Gabilondo, Sabina y Pérez-Reverte salen debatiendo sobre el futuro, tres personas con la vida resuelta hablando del futuro, y como ellos tantos otros expertos que no se juegan nada e invitan a una paz burguesa. Los jóvenes son los que deben hablar. Se nos niega vivir de nuestro talento, se nos niega vivir con dignidad, se nos niega la humanidad y toda esta panda de “ganapanes” como decía O´brien y “atusapelos” que es esta juventud come democracia que da gusto mientras. Este artículo sirva a modo de introducción, en los posteriores trataré temas más específicos.

Hay resistencia, hay cordura, hay razón, hay espíritu, hay humanos.

Desta orden soy yo, hermanos cabreros.” - Alonso Quijano.



La vida es posible.

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